La eterna Rusia le abre sus puertas e invita, a lo largo del majestuoso Volga, a descubrir kilómetro tras kilómetro de la historia de un gigantesco país. Del monasterio de Saint-Cyrille-du-lac-Blanc Plaza Roja moscovita, déjese transportar al corazón de un folclore sin igual por una flota de tres navíos de cruceros de concepción y aspecto local.
Los que le llevarán de Moscú hasta buen cuerpo, a San Petesburgo, punto de origen de este crucero en Rusia, donde podrá admirar la sobriedad de las arquitectura de madera en contraste con la opulencia rococó.
Los navíos que navegan por el Volga y el Neva cuentan con tres o cuatro puentes donde se reparten los camarotes. Todas son exteriores, y poseen ventanas panorámicas y lavabo, ducha y baños privados, aire acondicionado, televisión, radio, frigorífico, secador y caja fuerte.
Además, un accesible puente sol y equipado con tumbonas.
Varios bares restaurantes están presentes a bordo al igual que un solárium, una lavandería y un salón musical.
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