La vida a bordo de una travesía transatlántica de Cunard se basa en la libertad.
Cada día le ofrece innumerables opciones, pero lo mucho o poco que haga depende enteramente de usted. Visite el planetario, apúntese a una clase de yoga, baile toda la noche o simplemente sumérjase en un buen libro. Es tu tiempo, y siempre serás libre de emplearlo como quieras.
Más fuerte, elegante, suave y rápido que un crucero. Un vínculo a un pasado glorioso que solo Cunard puede proporcionar.